Seguidores

domingo, 22 de enero de 2012

Capitulo 5 - Nueva vida.

Sabía que cambiarían las cosas después de aquella noticia. No me pareció mala idea la de mudarnos, y tampoco me entristecí, sé que es bueno alejarse de aquí por todo lo que nos ha pasado, y pienso que a mi madre le irá muy bien olvidar esta ciudad. Así que me alegra saber que para ella es una buena noticia.
Didi se puso muy feliz y dijo algo así como: ‘’ ¡Así podré conocer a muchas chicas!’’. Carlos me iba mirando por si encontraba algún signo de resignación o tristeza, pero le sonreí, y él me devolvió la sonrisa (-Mejor.- Pensé.- Así no preocupo a nadie...) Mama nos dijo que de aquí 1 semana nos mudábamos a la nueva ciudad que tenia playa, que encontró una casa cerca del centro y sobretodo un buen trabajo. Carlos también nos contó que encontró trabajo en un pub cerca de la playa, y dice que la casa queda muy cerca de la universidad (así no se tendrá que levantar tan pronto). Mamá me explico que ya no voy a ir a un colegio de monjas (Adiós al uniforme) que voy a ir a un instituto. Me gusto la idea, pero a la vez también me dio miedo el hecho de cambiar de compañeros y empezar de cero en un nuevo lugar, pero ya tendré tiempo de preocuparme por eso... Todos estaban muy felices. Cenemos riendo y recordando viejos recuerdos que han pasado en este comedor. En cuanto acabemos de cenar, y ayudé a recoger la mesa, cogí el móvil i le envié un sms a Marta:
‘Mñna t tngo k cntar una cosa’.
Me pongo el pijama y me meto en la cama. Mañana será un día muy intenso.


A la mañana siguiente, en cuanto vi a marta en la puerta de nuestro colegio, salí disparada y fui a contárselo todo. Ella me vio llegar a lo lejos, por lo tanto ya sabía porque estaba corriendo por en medio de los alumnos como una desesperada, con lo que se acercó para que yo no tuviera que hacer tanto el ridículo.

- Niki. – Me sonrió. - ¡Buenos días! – Tenia una energía a las 9 de la mañana… - ¿Qué es eso que me tienes que contar?
Le conté todo, y a medida que iba avanzando la historia, su cara iba cambiando. Cuando acabé de contárselo me dio un abrazo súper fuerte.
- Joder, no puede ser verdad. – Note que estaba llorando
- Te echare mucho de menos Marta – Me estaba emocionando…
- Yo también te echare de menos pequeña. – Se separo de mí. – ¡Prométeme que NUNCA te olvidaras de mi!
- ¿Qué eres tonta? ¿Cómo quieres que me olvide de ti? – La mire con cara de mala leche, y me reí.
- Tú prométemelo.
- Te lo prometo.
Y entonces la volví a abrazar, y noté como estuvimos así mucho rato. Nos separemos y vimos que ya habían empezado las clases. Era el día perfecto para hacer campana, y encima en buena compañía.
Al día siguiente ya se había enterando todo el colegio, y estuvieron toda la semana parándome por los pasillos, hasta me pararon personas que ni sabía que existían. La semana fue transcurriendo con despedías y alguna lagrima y al final llegó el esperado día. Metimos todas las maletas en el coche y, seguidos por el camión de las mudanzas, nos dirigimos hacia la nueva ciudad.

Después de 2 horas metidos en el coche por fin puede ver un cartel con el nombre de la nueva ciudad, tardemos un rato en encontrar la nueva casa, pero al fin la encontramos. Era muy bonita, tenía un pequeño jardín y 3 pisos. Mi habitación estaba en el segundo piso y era de las más grandes. Cuando todos vieron su habitación Carlos y yo salimos a dar una vuelta por la ciudad con el coche de mamá.
- Carlos. – Le dije. – Creo que ya va siendo hora de comprarte un coche propio.
- Pronto Niki, pronto…. – Y se rió, la verdad es que si no fuera mi hermano me enamoraría de él.
Cada vez el pueblo me gustaba más. Pasemos por el centro, que estaba lleno de grupitos de jóvenes, el paseo marítimo estaba lleno de bicicletas y patines, y gente paseando a su perro. También pasemos al lado de lo que debería ser un skatepark que estaba bastante escondido de la sociedad. Al volver para casa pasemos al lado del nuevo instituto, que estaba prácticamente al lado de casa, por lo que me tocaría ir caminando. De golpe me vino a la cabeza que tengo que empezar de cero en un sitio donde nadie me conoce. Carlos notó como me puse tensa de golpe.
- Todo irá bien Niki, no tengas miedo.
No contesté, yo estoy acostumbrada a ir a un colegio donde desde los 3 años he estado con las mismas personas, y ahora cambiar y empezar otra vez todo es duro, tenía miedo de sentirme desplazada. Cuando llegamos a casa vimos a mamá hablando con una señora (es impresionante la capacidad sociable que tiene mi madre…)
- Niki ven un momento. – Estupendo, lo que me faltaba, el primer día y ya me va a dejar en ridículo…
Me acerque y noté a mis espaldas como Carlos se reía de mi, le saque el dedo del medio por detrás de la espalda sin que me viera nadie.
- Mira Niki, estas son Pilar y su hija María. María va al mismo instituto que tu, así ya tienes una persona con la que ir al instituto.
María era alta, delgada y con un pelo muy rizado que la verdad es que me gusta mucho. Hacíamos una pareja muy peculiar, ella tan alta, y yo tan... Bajita, yo rubia y ella morena, hacíamos gracia.
- Encantada. - Dije yo.
- Bienvenida, que te parece si mañana quedamos aquí a las 7.45 de la mañana, y así vamos juntas al instituto.
(No me acordaba que aquí empezaban las clases una hora antes)
- Perfecto, hasta mañana.





VER TODOS LOS CAPÍTULOS. Gracias por seguir la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario