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martes, 10 de abril de 2012

Capitulo 7 - Cigarros.

Cuando acabaron las clases de esa mañana, a las 2:30 del mediodía, me fui con María hacia casa. Por el camino le pregunté por ese pelirrojo que pareció antes con aquellos 2 chicos. María me contó que era una cosa rara, porque cuando se veían por el instituto casi ni hablaban, pero si coincidían en fiestas o quedaban se liaban.
-Es como si tuviera un novio pero con mucho tiempo libre.
Me pareció gracioso lo que dijo, y de golpe tuve ganas de probar algo así con alguien… que raro, hacía tiempo que no quería algo así. Hola Niki, tu no crees en el amor, despierta.
Llegamos a nuestras casas y quedemos para bajar al centro a las 5. En casa no había absolutamente nadie, por lo tanto tuve que hacerme yo misma la comida. Acabé de comer y fregar los platos a las 3 y algo, luego subí a hacerme la habitación. Teníamos algunos deberes para mañana, pero decidí hacerlos más tarde porque me apetecía mucho estirarme y ver la tele en el sofá. Me tumbe en él y al poco rato apareció Carlos por la puerta.
- Hola hermanita – Me saludó en tono de burla - ¿Qué tal el primer día?
- Hola tonto. Bueno, bastante bien.
- Ves como te dije que todo iría bien – Me dedicó esa sonrisa que me gustaba tanto – Si es que sabes que soy el mejor.
- Claro, eres un súper crack Carlos. Molarías más si me dieras algo de dinero para esta tarde – y le guiñé un ojo – Va porfa… Que luego saldré con unas amigas.
- ¿Amigas? ¿Seguro que son amigas? Que no me entere yo de que no son amigas eh… – y se rió.
- Tu no te preocupes que yo ya se me cuidar sola. No tengo intención de salir ahora por ahora con ningún ‘’amigo’’
- Mmm…A ver quién será el afortunado...
- Sht. – Lo miré con cara de asesina, y luego me reí – Tu también va siendo hora de que me busques una cuñada ¿no crees?
- ¿Y quien dice que ya no la tengas?... – y me dejo con la cara de tonta en el comedor y se fue sonriendo hacia su habitación
Tardé unos segundos en reaccionar pero justo cuando cerró su puerta le grité que me diera el dinero. El tonto de mi hermano me paso un billete de 5 euros por debajo de la puerta y oí como dio algo así como: ‘’Me debes 5 euros’’
- ¿Solo 5€? Rata… - Murmuré por lo bajo.
Eran casi las 5 y yo ya estaba arreglada para salir, así que salí a buscar a María delante de su portal. Cuando apareció por la puerta de su casa bajemos las dos juntas hacia el centro. Al cabo de un rato lleguemos al sitio donde habíamos quedado, fuimos las primeras en llegar pero poco a poco fueron apareciendo las demás. La primera fue Paz, seguida de Júlia. Paula apareció con una moto donde detrás llevaba a Sara. La última en llegar fue Alex. Cuando estuvimos todas nos dirigimos a una tienda de chuches que estaba allí al lado y luego me enseñaron un poco mejor la zona… que si tiendas, que si heladerías, que si parques, que si más tiendas. Al final acabemos todas en una especie de pasillo que salía de una de las calles principales del paseo, pero no sin antes pasar por un estanco a por mi querido tabaco. Nos sentemos las 7 en el suelo con nuestros paquetes de pitis y nuestras chuches. La verdad es que me apetecia muchísimo fumarme un cigarro después de caminar tantísimo por aquella ciudad, como siempre le di la vuelta al primer piti que después se convertiría en el cigarro de la suerte, desde que me contaron esa estupidez no he dejado nunca de hacerlo, le das la vuelta a un piti i después resulta que es el ultimo que te fumas y encima cuando te lo fumas debes pedir un deseo. Yo la verdad es que no sé si es verdad o no, ni si se cumplen o no, pero siempre pienso que existe esa estúpida posibilidad y que un día se me cumplirán esos deseos, pero de mientras cojo el piti de la izquierda de todo, lo enciendo y doy la primera calada como si hiciera meses que no fumo, y la verdad es que me ha sentado estupendamente.
Estuvieron hablando de todo un poco, hablaron de ropa, del colegio, de cotilleos, del fin de semana, de lo que hacían después del colegio… así pude conocerlas un poco mejor a todas, pero sacaron el tema de los chicos y sucedió algo un poco raro. Hubo un silencio sepulcral, Paz y Alex intercambiaron una mirada y miraron a Paula, luego todas se rieron y yo me sentía muy observada, la verdad es que no entendía nada, me sentía rara. Di la última calada al cigarro y lo tiré.
- No las hagas caso, siempre son así, ya te acostumbraras. – No me había dado cuenta de que a mi lado se había sentado Sara, estaba tan concentrada con mi cigarro que ni me enteré. Sara me sonrió y me guiñó un ojo, estaba guapísima…
Pipiiiiiip pipiiiiiip…
Era el WhatsApp de María. Se saco el móvil del bolso y buscó quien le había hablado.
- ¿Quién es? – Le preguntó Júlia
- Es Dani. – Se puso colorada. – dice que vaya al parque de siempre
- ¡Ves! Si te mueres de ganas – añadí
- Si... Pero no quiero ir sola ¿me acompañáis? Va... Por favor.
Decidimos acompañar a María al parque, aunque a muchas les daba mucha mandra. Notaba a María nerviosa por el camino pero al final la que se puso nerviosa fui yo al llegar al parque. Allí estaban ellos: Dani, Ángel y por supuesto Sergio. Yo, lógicamente, me fijé en este último. Observé como sé encendía un cigarro, después de dar la primera calada levantó la mirada y dejó ir el humo al mismo tiempo que me localizaba y sonreía...





VER TODOS LOS CAPÍTULOS. Gracias por seguir la historia.

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