Y verás que de ser todo eres nada.

Hoy me siento fuerte, voy a pasar de ti, porque lo necesito, y porque lo mereces. Porque no puedes tratarme así, no soy tu marioneta, no soy tu perrito faldero, joder, soy una persona ¿o es qué no lo ves? Hoy pienso comerme el mundo y pienso conocer a alguien que de verdad me haga feliz. Pienso conocer a ese chico que no me tome el pelo solo para ver como sufro, que me diga que me quiere y que no lo haga sólo cuando ve que las cosas van mal, que le duela en el alma el saber que algún día me puede perder. Quiero que cada vez que me vea le salga una sonrisa con la que tape al sol, quiero que me susurre te quiero, quiero que me mire con ojitos de cordero degollado, quiero que sea el mismo y que no aparente ser más fuerte, porque de verdad, odio a los pasotas. Quiero alguien que sepa que trata con una persona cuando le hable, que no me insulte, que no me grite ni me pida favores imposibles. Que me deje ser yo misma. Necesito ser yo misma, porque… ¿Para qué estar con una persona que quieres cambiar porque no te gusta? ¡No tiene sentido, coño! Si no te gusto, ¡no estés conmigo! Pero por favor no me intentes cambiar. Pero sobre todo, necesito que esa persona, seas tú, y eso es lo peor de todo. Porque aunque a veces te odio, no puedo dejar de quererte y lo sabes... maldita sea.